El cannabis ha estado en el centro de uno de los avances más apasionantes y menos informados de la ciencia moderna. La investigación sobre los efectos de la marihuana ha llevado directamente al descubrimiento de un sistema de comunicación bioquímica en el cuerpo humano previamente desconocido, el Sistema Endocannabinoide , que desempeña un papel crucial en la regulación de nuestra fisiología, estado de ánimo y experiencia diaria.
El descubrimiento de receptores en el cerebro que responden farmacológicamente al cannabis (y la posterior identificación de compuestos cannabinoides endógenos en nuestro cuerpo que se unen a estos receptores) ha mejorado significativamente nuestra comprensión de la biología, la salud y las enfermedades humanas.
Es un hecho científico establecido que los cannabinoides y otros componentes del cannabis pueden modular muchos sistemas fisiológicos del cerebro y el cuerpo humanos . Los cannabinoides son compuestos químicos que activan los receptores de cannabinoides (y otros). Se han identificado más de 100 cannabinoides en la planta de marihuana. De estas moléculas de marihuana, el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) han sido los más estudiados. Además de los cannabinoides producidos por plantas, existen cannabinoides endógenos (como la anandamida y el 2AG) que se encuentran naturalmente en el cerebro y el cuerpo de los mamíferos, así como cannabinoides sintéticos creados por investigadores farmacéuticos.
Una extensa investigación preclínica, gran parte de ella patrocinada por el gobierno de los EE. UU., indica que el CBD tiene potentes propiedades antitumorales, antioxidantes, antiespasmódicas, antipsicóticas, anticonvulsivas y neuroprotectoras . El CBD activa directamente los receptores de serotonina, provocando también un efecto ansiolítico.
En los últimos años, los científicos asociados con la Sociedad Internacional de Investigación de Cannabinoides (ICRS) han dilucidado una serie de vías moleculares a través de las cuales el CBD ejerce un impacto terapéutico . Por ejemplo, un estudio preclínico realizado por el Dr. Sean McAllister y sus colegas del California Pacific Medical Center en San Francisco informa sobre cómo el CBD destruye las células de cáncer de mama al regular negativamente un gen llamado ID-1, que está implicado en varios tipos de cáncer agresivo. Por tanto, silenciar el gen ID-1 es una estrategia potencial para tratar el cáncer.
"El cannabidiol ofrece esperanzas de una terapia no tóxica que podría tratar formas agresivas de cáncer sin ninguno de los dolorosos efectos secundarios de la quimioterapia", dice McAllister.
Sinergias entre CBD y THC
Según el laboratorio de McAllister, los mejores resultados se obtuvieron cuando se administró CBD junto con THC. Varios estudios destacan los beneficios terapéuticos de combinar CBD y THC, particularmente para el tratamiento de la neuropatía periférica, una condición dolorosa asociada con el cáncer, la esclerosis múltiple (EM), la diabetes, la artritis y otros trastornos neurodegenerativos. La investigación clínica realizada por GW Pharmaceuticals, una empresa británica, también ha demostrado que el CBD es el más eficaz como analgésico incluso cuando se administra en combinación con THC.
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