Hachís y marihuana: aquí están las diferencias
¿Cuál es la diferencia entre el hachís y las flores de cannabis? Ambos derivados del cáñamo, se diferencian en varios aspectos, desde la composición, el aroma, la potencia y el método de consumo.
La flor de cannabis contiene varias partes de la planta, incluidos cogollos, hojas y tallos. Se recoge y se seca antes de su uso. Contiene niveles variables de cannabinoides, incluidos THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol).
El hachís es una forma concentrada de cannabis obtenida de las glándulas de resina del polen de la planta de cáñamo. La resina se recoge, se comprime y se transforma en forma sólida o semisólida.
Suele tener una concentración mucho mayor de THC, lo que lo hace más potente que las flores de cannabis. Esta potencia se traduce en un mayor efecto psicoactivo y un mayor aporte beneficioso.

Producción de hachís vs producción de marihuana
El hachís, también conocido como hash, se deriva de la resina de la planta de cannabis. El proceso de elaboración del hachís implica separar las glándulas de resina, también llamadas tricomas, del material vegetal para concentrar los cannabinoides y terpenos, que son los compuestos activos responsables de los efectos del cannabis.
A continuación se presenta una descripción general de los métodos tradicionales utilizados para producir hachís:
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Tamizado en seco:
Este método implica separar suavemente los tricomas del material vegetal utilizando tamices de malla fina. Los cogollos de cannabis secos se agitan ligeramente o se frotan sobre las mallas, lo que permite que las glándulas de resina caigan mientras la materia vegetal permanece en la parte superior. La resina recolectada luego se prensa para formar hachís.
- Extracción con agua helada:
Esta técnica implica el uso de agua helada para congelar los tricomas y hacerlos quebradizos. El material de la planta de cannabis se agita en agua helada, lo que provoca que las glándulas de resina se rompan y se hundan hasta el fondo. Luego se filtra el agua y la resina recolectada se seca para producir hachís.
- Método de frotamiento de manos:
En algunas prácticas tradicionales, la gente frota suavemente cogollos de cannabis frescos o secos entre sus manos, transfiriendo la resina a su piel. Luego se raspa la resina acumulada y se recoge. Este método requiere mucha mano de obra y es menos común que otras técnicas de extracción.
Una vez recolectadas, las glándulas de resina generalmente se comprimen y se les da forma de bloques, tortas o bolas. El hachís resultante puede variar en color, consistencia y potencia dependiendo de factores como la cepa de cannabis utilizada, el método de extracción y el nivel de purificación.
Es importante señalar que la producción de hachís a menudo implica el uso de disolventes o manipulación física para separar las glándulas de resina del material vegetal. Además, los métodos contemporáneos pueden implicar técnicas más avanzadas, como el uso de maquinaria especializada o extracciones con solventes para producir varios tipos de concentrados de hachís con mayor potencia.
Potencia y efectos de las flores de hachís y cannabis
Al comparar la potencia y la concentración de cannabinoides de las flores de cannabis y el hachís, la distinción radica en los niveles de concentración de compuestos activos, particularmente el THC (tetrahidrocannabinol).

Nivel de THC en los tricomas de diferentes tipos de hachís
El contenido de THC de las flores de cannabis varía entre las diferentes cepas y variedades de cannabis, pero generalmente oscila entre el 10% y el 25% de THC en las variedades con alto contenido de THC. Esta variación también incluye otros cannabinoides como el CBD y una amplia gama de terpenos , que contribuyen colectivamente a los efectos y al aroma generales.
Por otro lado, el hachís es una forma concentrada de cannabis, que ofrece niveles de THC significativamente más altos que la flor. Con concentraciones de THC que varían entre el 20% y potencialmente más del 60% en algunas cepas potentes, el hachís ofrece una experiencia psicoactiva notablemente más intensa al consumirlo.
La alta potencia del hachís proviene de la concentración de glándulas de resina (tricomas), ricas en cannabinoides, particularmente THC. Este proceso de extracción y compresión da como resultado un producto con un perfil de cannabinoides más concentrado que la composición más dispersa que se encuentra en la flor de cannabis.
Esta mayor potencia del hachís significa que se necesitan cantidades más pequeñas para lograr los efectos deseados en comparación con el uso de flores de cannabis. Sin embargo, también es necesaria una consideración cuidadosa de la dosis debido a la mayor potencia del hachís.
Métodos de consumo:
La marihuana y el hachís ofrecen múltiples métodos de consumo, cada uno con sus propias características y efectos. Aquí están las diferencias:
- Fumar: El hachís se puede fumar de forma similar a las flores de cannabis, mezclándolo con tabaco o marihuana en un porro, un blunt, una pipa o un bong. Requiere calentamiento para liberar sus compuestos activos para inhalación.
- Vaporización : Los vaporizadores calientan las flores de cannabis para producir vapor, lo que ofrece una experiencia de inhalación sin humo y potencialmente menos dañina que fumar. El hachís también se puede vaporizar utilizando dispositivos especializados que lo calientan a una temperatura a la que los cannabinoides se vaporizan pero no se queman, proporcionando una experiencia de inhalación más suave que fumar.
- Comestibles : Las flores de cannabis también se pueden usar para cocinar u hornear para crear comestibles, proporcionando efectos de inicio más lento pero potentes y duraderos. De manera similar, el hachís, una vez descarboxilado, se puede infundir en aceites o mantequilla para su uso en la cocina o la repostería. Este método crea comestibles que ofrecen efectos de inicio retardado pero potentes y duraderos.
- Tinturas: Las inflorescencias se pueden utilizar para crear tinturas, ofreciendo un método de dosificación conveniente y preciso para el consumo oral. Al disolver el hachís en alcohol o aceite se crean tinturas que pueden consumirse por vía oral, ofreciendo una dosis precisa y un inicio de acción relativamente rápido cuando se colocan debajo de la lengua o se agregan a alimentos o bebidas.
El hachís en la cultura
El hachís tiene un significado cultural e histórico distinto y profundo en comparación con las flores de cannabis normales. Su forma concentrada y sus poderosos efectos lo han entretejido en el tejido de sociedades de diversas regiones, dando forma a su papel en las prácticas culturales y las narrativas históricas.
Del charas nepalí al humo libanés
A lo largo de la historia, el hachís se ha entrelazado con la espiritualidad, las costumbres sociales y las actividades artísticas. En muchas culturas de Oriente Medio, Asia y África, el hachís tiene raíces que se remontan a siglos atrás. Era venerado por sus propiedades medicinales, espirituales y recreativas, y a menudo desempeñaba un papel central en ceremonias espirituales o religiosas. Se creía que los efectos concentrados del hachís inducían estados alterados de conciencia, ayudando en la meditación, los rituales religiosos o los momentos de introspección.
Además, el hachís no era simplemente una sustancia para consumo personal; sirvió como catalizador para las interacciones sociales, el intercambio comunitario y la relajación en ciertos contextos. Ha desempeñado un papel importante en las reuniones sociales, promoviendo un sentido de comunidad y camaradería entre los usuarios.
Más allá de sus aspectos sociales y espirituales, el hachís se ha vinculado a actividades artísticas y creativas. Algunos artistas, poetas y escritores atribuyen su inspiración y su capacidad imaginativa al consumo de hachís y atribuyen su producción creativa a los efectos de la sustancia.
Sin embargo, el tratamiento legal y político del hachís a menudo difería del de las flores de cannabis normales debido a su naturaleza concentrada. Esta diferencia ha dado lugar a veces a reglamentaciones específicas y, en algunas regiones, a sanciones más severas por posesión o consumo de hachís, lo que refleja su potencia percibida y su condición de sustancia controlada.
En general, la forma concentrada y los potentes efectos del hachís le han otorgado un significado único y profundo dentro de los contextos culturales, espirituales, artísticos e históricos, distinguiéndolo de la flor de cannabis normal en su representación, papel y tratamiento en diferentes sociedades y civilizaciones.

Conclusión sobre la diferencia entre hachís y marihuana
En el mundo del cannabis, la diferencia entre el hachís y la marihuana va mucho más allá de su apariencia. Desde su composición hasta su potencia y significado cultural, cada uno ofrece un viaje único al reino de los cannabinoides.
En términos de métodos de consumo, tanto el hachís como las flores de cannabis ofrecen una variedad de opciones, que incluyen fumar, vapear, comestibles, tópicos y tinturas. El hachís se puede fumar, vaporizar, infundir en comestibles o disolver en tinturas, lo que ofrece un uso versátil más allá de fumar o vaporizar flores de cannabis.
Cultural e históricamente, el hachís tiene un profundo significado en la espiritualidad, las costumbres sociales y la expresión artística en regiones como Oriente Medio, Asia y África. Se ha integrado en prácticas espirituales, reuniones sociales y esfuerzos creativos, y a menudo se cree que induce estados alterados de conciencia y fomenta las conexiones sociales. La naturaleza concentrada del hachís ha dado lugar a un tratamiento jurídico y político diferente al de las flores de cannabis normales, con reglamentaciones y sanciones específicas que reflejan su potencia percibida y su condición de sustancia controlada.
En general, la forma concentrada y los potentes efectos del hachís han creado un nicho cultural e histórico único, que lo distingue de las flores de cannabis normales en su representación, papel y tratamiento en diferentes sociedades a lo largo de la historia.
La elección de consumir flores o hachís se basa únicamente en las preferencias y necesidades individuales del consumidor. Con esta concientización y la información que hemos compartido, esperamos haber aclarado cualquier duda respecto a las diferencias entre uno y otro.
¿Y tú qué prefieres, flor o hachís?